Nueva jornada senderista por la ciudad. Partimos del Prado de San Sebastián con paso decidido. La mañana se presentaba propicia para la marcha, las nubes ocultaban el sol y el aire fresco parecía darnos alas.
Seguros de nuestro destino enfilamos el paseo del río siguiendo a Ana, nuestra decidida guía, rumbo a San Jerónimo. El conocido popularmente como ‘huevo de Colón’ era nuestra primera meta. Una ruta de ida y vuelta que no todos pudimos completar.
Pero el trayecto mereció la pena, caminar junto al Guadalquivir es siempre sinónimo de frescor y belleza. Marchamos a buen ritmo mientras contemplábamos cada uno de los puentes que jalonan el río.
Puentes antiguos y modernos que forman parte de la tradición de nuestra ciudad. Que la adornan y hermosean. Que nos hacen más agradable el recorrido.
Llegamos al Parque de San Jerónimo, mientras contemplábamos el espectacular monumento llamado ‘Nacimiento de un Hombre Nuevo’, Ana nos explicó un poco de su historia y enseguida retomamos el camino de vuelta por un nuevo entorno privilegiado, el Parque del Alamillo; para enlazar con la otra orilla del río.
No pude realizar el retorno completo, aunque me doy por satisfecha con mi parte de la ruta andariega de hoy. Satisfecha con el sendero, con el paisaje y con la siempre agradable compañía de quienes, como yo, disfrutan recorriendo las sendas más `verdes’ de la ciudad.
