CARMO- QARMUNA- CARMONA
El cielo amenazaba lluvia cuando llegamos a Carmona. Hacía frío. Bien abrigados comenzamos la ruta mientras vigilábamos las nubes.
Nos esperaba una completa jornada andariega por la hermosa ciudad sevillana y sus alrededores. Puertas y cuevas, palacios, puente y calzada en un espectacular recorrido por el tiempo.
Los orígenes de Carmona se remontan a la prehistoria, a los tartessos y fenicios. Romanos, árabes y cristianos también dejaron su impronta en esta maravillosa urbe de la campiña andaluza. Y de todos guarda recuerdos la ciudad.
Carlos y Ana, nuestros expertos guías, nos resumieron una historia milenaria mientras mirábamos y admirábamos la ancestral villa y sus paisajes.
Paso a paso, metro a metro recorrimos el sendero establecido mientras el cielo se despejaba abriéndose al sol. Un sol invernal que nos hizo más agradable y llevadero el camino.
Visitamos las cuevas de La Batida tras recorrer la antigua calzada romana y el puente de los cuatro ojos, antes de retomar el camino de regreso.
Admiramos el alcázar, el anfiteatro romano y la necrópolis. Contemplamos los restos arqueológicos de su pequeño museo y escuchamos las explicaciones de Ana sobre los ritos funerarios de nuestros ancestros.
Y es indudable que aún nos quedaban atractivos por descubrir. Pero la intensa jornada senderista tocaba a su fin. Buen almuerzo y grata sobremesa en la bella localidad sevillana de la que nos despedimos con la intención de volver.
Una última y nostálgica mirada mientras se pone el sol y de nuevo nos atenaza el frio. Hasta pronto, Carmo-Qarmuna-Carmona. Volveremos para descubrir nuevos rincones, trataremos de desvelar tu misterioso encanto mientras recorremos callejuelas, murallas y senderos. Regresaremos para evocar tu milenaria historia.