Excursión a Lora del Río, su Virgen de Setefilla y Pantano de José Torán.
Esta vez nuestros pasos nos llevan al pueblo de Lora del Río, pueblo situado a orilla del río Guadalquivir y al que se dedican su mayoría de habitantes a la agricultura y ganadería, Lora del Río es un pueblo de caballistas, de monterías, de romería y de visitas para ver los atardeceres en la Virgen y Pantano de José Torán.
Ahí es a donde nos dirigimos, a ambos lugares para ver y contemplar la llanura del valle y disfrutar del paisaje.
Salimos esta vez de la estación de San Bernardo, nos dirigimos dirección Córdoba por la A-4 y cogemos el desvío de Lora del Río y Carmona. Transitamos por una nacional dirección Lora del Río y por el camino contemplamos las fincas que están cultivadas y los caballos de una yeguada de caballos españoles.
Llegamos a Lora del Río, visitamos el centro del pueblo ya que es bonito de ver y como curiosidad nos enteramos que la plaza de Andalucía de dicho pueblo fue diseñada por el mismo arquitecto que el de la Plaza de España de Sevilla, de la Expo del 29 (1929).
De nuevo cogemos el coche que lo habíamos dejado en un parking de la Roda y vamos camino al Santuario donde está la Virgen de Setefilla patrona de los loreños. Subimos por una carretera muy estrecha con unas curvas pronunciadas y al llegar arriba aparcamos el coche.
Visitamos la capilla, estamos en silencio y vemos los cuadros que hay en ella a la vez que a Setefilla. No cuenta el encargado de abrir las puertas que la Virgen original se quemó en la guerra y que volvieron a construirla siguiendo una fotografía que tenían de ella, había una ligera diferencia pues cada maestro tenía su estilo pero es poca la diferencia. Al salir nos damos cuenta de que había un castillo y aunque pone no entrar por precaución de derrumbe de las paredes, nosotros llegamos a donde estaba el cartel y al darnos la vuelta contemplamos tal maravilla.
Desde lo alto, se veían los pueblos de La Campana, Fuentes de Andalucía, Guadajoz y otros muchos… y un esparraguero que nos encontramos con un buen manojo de espárragos silvestres que si mirábamos hacia la derecha podíamos ver la silla del Papa (la montaña tiene una forma de silla como la que tiene el Papa).
De nuevo vamos al coche, bajamos para seguir la carretera y nos encontramos con la presa de José Torán, pasamos por encima, aparcamos el coche y nos vamos justo a la mitad, al mirar hacia abajo nos encontramos unas truchas y barbos (2 tipos de pescados de ríos diferentes) tan grandes que nos asombramos, hacemos fotos, observamos el paisaje y el trabajo de la ingeniería.
Teníamos 2 opciones, o pasear hacia la parte que está habitada para comer o coger el coche e ir hacía allí, como queríamos andar, nos pusimos la mochila, cogimos el bastón y empezamos a andar, no era mucho si acaso 2,5 km. Llegamos, vimos el paisaje, comimos, avistamos aves, peces, la ganadería de El Cordobés, su ganadería, gente haciendo piragüismo… Descansamos, hicimos fotografías, esperamos a la puesta del sol ya que desde allí es una pasada de bonita y al ocaso, nos subimos de nuevo en el coche para volver a Sevilla, nuestro punto de partida, y todo el camino estuvimos hablando de lo bien que nos lo habíamos pasado y que cerca tenemos algunos lugares y que poco lo visitamos.
Si quieres caminar, ven con Senderismo Sevilla a disfrutar.