La miel de Montoro
Aunque a Montoro se puede ir desde Sevilla por la autovía A-4 dirección Madrid, nosotros salimos desde Granja de Torrehermosa, ya que la mayoría de las personas que se apuntaron a la ruta estaban por la zona extremeña.
Esta vez salimos temprano para que no nos cogiera el calor y quedamos en Correos a las 8.00 am, cogimos los coches y por la nacional 432 nos dirigimos hacia Córdoba. Cuando nos adentramos en su provincia nos cogió un banco de niebla espesa y el camino lo tuvimos que hacer mucho más lento de lo normal, paramos para repostar y proseguimos el camino.
La carretera que llevábamos no pasaba por el medio de ningún pueblo pero sí que dejamos a los lados 2 pueblos muy conocidos y con nombre, uno de ello es Fuente Obejuna y el otro Peñaroya-Pueblonuevo, ambos pueblos con peso y poderío, bien merecido sería el ir a verlos en otra ocasión.
Al llegar a Córdoba la dejamos a la derecha y nosotros seguimos unos 46 km más dirección Madrid, llegando al pueblo de Montoro, conocido por las vistas y la exquisita miel de Montero, que hacen las abejas de Lorenzo en el Parque Natural de Cerdeña y Montoro. Llegamos a un bar y llamamos a Lorenzo para que salga a nuestro encuentro, viene al cabo de 10 minutos y nos dices que debido al mal clima que ha amanecido hoy y que íbamos con coches muy bajos, no aptos para la sierra, no podemos ir a ver dónde se encuentran las colmenas de él pero si podemos ir donde tiene su almacén y saca dicho néctar. Lorenzo nos explica con todo lujo de detalles como es su elaboración y dice que su empresa es la única que ha sacado al mercado 2 mieles raras, como son la de Matalahúva y Culantro o Cilantro.
Nos comenta también que para que las mieles sean más líquidas le ponen agua caliente antes de envasarlas y que si queríamos saber si una miel de Montoro es buena, dentro del bote tiene que estar hecha un terrón y cuajada. Nos cuenta también que su oficio es el de ser policía local, pero que su hobby son las abejas y es un ingreso extra, no lo tiene como negocio aunque haya ganado muchos premios en calidad. Lorenzo es una persona curiosa de conocer, ya que es el único policía que no lleva pistola cuando está de guardia, dice que no la necesita porque se conoce al pueblo entero y sabe quién es quién, e incluso cuando llegan las fiestas y tienen que proceder a quitar el coche de donde está aparcado, él tranquilamente se va a la casa del dueño y le dice que retire el coche porque necesitan la calle limpia sin vehículos, evitando así muchas retiradas y multas innecesarias. Es el policía que cuida a su pueblo y su pueblo lo quiere.
Le preguntamos antes de irnos que si tiene alguna tienda para comprarle miel y nos dice que sí, pasamos y nos llevamos cajas llenas de aquel manjar de dioses e incluso compramos polen (da energía), jalea real (aumenta la memoria) y propóleo (antibiótico natural).
Nos enseñó el pueblo, la plaza con su campanario, el ayuntamiento con un artesonado precioso y único y las vista que tiene dicho pueblo hacia el Río Guadalquivir, para terminar en el mirador tomando unas tapas y disfrutando del paisaje que al ser las 14.30 ya la niebla se había ido y se quedó una tarde para pasear y es que lo dice ya el refrán “Mañanitas de niebla, Tardecitas de paseos”.
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